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jueves, 30 de enero de 2014

YO SOY MATHILDA KILLSHER (UNIVERSO)

YO SOY MATHILDA KILLSHER
(Enlace Técnico)
Enero
UNIVERSO
¡Me gustaría ser una estrella! nooo! mejor Luna!!!!!!!! ¿No sé? Me gustaría ser un cuerpo etéreo que este vagando siempre por la inmensidad del universo.
Sería genial poder estar siempre donde quieres cuando quieres, poder ir y venir de un sitio a otro sin necesidad de perder el tiempo en hacer maletas, coger coche, o tren o avión, estar presente en los momentos precisos y disfrutar de esa libertad, que no se tiene.
Ser así, tiene sus ventajas, no tienes que trabajar, no tienes que gastar en nada, no comes, no te vistes y siempre estas a la ultima de todo, viajas gratis, no solo de ciudad en ciudad, sino que también te puedes dar una vueltecita por todos los planetas, por las galaxias, hablar con las estrellas, sentarte en la Luna y mirar y soñar, y seguir dando paseos, largos pero muy largos, sin tener ni obligaciones, ni preocupaciones, ni ansiones ni nada, porque lo que quieras ver, estar notar, siempre estaría.
¡Qué vida más placentera, sería una relajación total, ser un espíritu libre, que bien suena, espíritu libre, como me gusta!!!!!!!!!!!!!
Qué bonito pensar en cosas increíbles, están ahí, imaginas, pero aunque mucho imagines ¿cómo puede ser el universo?
Cuando miras al cielo es un techo enorme que te cubre, y nunca ves el fin, y las nubes, algunas parecen alfombras de algodones blanco inmaculado, otras veces negras como la muerte, otras con figuras de animales, otras con formas de cosas, otras con caras humanas, mires las veces que mires siempre es diferente, me alucina mirar el cielo, y sobre todo cuando tiene ese color azul tan bonito ¡es alucinante!
Y el señor sol impresionante junto con la señora luna hacen una pareja estupenda.
Me gusta ser etérea,


Mathilda Killsher

viernes, 24 de enero de 2014

RELAPSO VI

- Este Tribunal, ante los hechos acaecidos, la aportación de nuevas pruebas, nuevos documentos, y sobre todo ante la desaparición de Raimon Smith (antes Milton), no ve indicios para valorar su culpabilidad o inocencia. Él creó este Tribunal para que el Enlace Técnico le juzgara, el Enlace no le juzga porque no puede condenarle, el Enlace es de nuevo Él pero sin que sepa su procedencia, por el momento, y de todos los que han podido acceder a esa papeleta condenatoria, sólo una persona ha podido sentir lo que sintió su piel cada instante en que pudo sentir Amor, sólo una persona sabe por qué nunca le entienden, sólo una persona ha aceptado el reto de relevarle desde hace ya 3366 años.
Mathilda Killsher oía al Gran Juez, sentada con todos los demás; junto al Gato, a Quino, al Señor Feliciano Felices, a casi toda la Corporación, muy pendiente de ella, junto a Amy, al lado de una señora muy guapa ya sin libreta,  a Karen, a un tipo raro con una camiseta que decía “ese cielo se repetirá”, junto a Kinaski que intentaba pasarla el número de teléfono, a Tere, a la Tata Madrina, a mi editora, a un tipo con un impermeable amarillo que había hecho doscientos kilómetros sólo para saber quien recogería el testigo y que antes de ser Capitán fue perro amarillo (por cierto). Todos ellos expectantes, unos con ganas de Crucifixión; otros, pocos, con ganas de Redención y otros (me temo que con un CI muy superior al mío) esperando al sucesor.
- La persona indicada es… (Sordina muy lejana, no redobles de tambores, tal vez una trompeta afinando)… ¡MATHILDA KILLSHER!
El ujier se acercó a Mathilda que permanecía sentada, madurando lo que se le venía encima, sus compañeros de asiento se levantaron aplaudiéndola unos, otros besándola, otros disimulando su enfado.
- Mathilda Killsher ¿acepta?
Mathilda no esperaba esa fórmula de protocolo, ¿qué era lo que tenía que aceptar?
- ¿Que si acepto? ¿el qué? (¿el qué? no lo dijo pero lo pensó). – Ssiiii (un si demasiado bajito, casi inaudible pero que no le hicieron repetir)
- Mathilda Killsher, en este momento queda declarada Culpable y continuadora de la búsqueda del Enlace Técnico.
La Sala se vacía, las papeletas condenatorias están en el suelo, algún papel aprovechado por detrás dice “Karen no sabe quién soy pero yo sigo buscándola”, un perro amarillo lo olisquea y sigue. Mi editora tiene trabajo. Cide Hamete se queja de que la gente no para, no hay viento, se petrifica, tampoco hoy se ha lavado. Mathilda se enfrenta a algo que no le es del todo desconocido pero ahora la carga la lleva ella sola; en el centro de la Sala no se la lapida pero está en el centro, a su alrededor los libros son lanzados por las ventanas, la Corporación murmura, todo le da igual porque quiere ser ella pero sufre una culpa, la de los demás, la de los que no se atreven, la de los que no sueñan, la de la gente que no quiere líos (pero pone la televisión para contemplarlos cómodamente); es posible que Mathilda no fuera la persona más indicada para suceder a Dios en la Tierra pero supo amar como sólo Dios ama.
- ¿Estás?
- Y ¿qué pasa con las “culpas” de los demás?
- Te refieres a las de Feliciano Felices, a las de Quino, a las de…
- Sí, qué pasa con las de los demás; con las de Milton, por ejemplo.

- Mathilda Killsher asume todas, aunque crea que sólo tiene una, la de su ser, pero irá perdiendo “su memoria” y reunirá en ella todo lo de los demás. Es Dios y está enamorada.

viernes, 17 de enero de 2014

CIPRESES EN EL AGUA

CIPRESES EN EL AGUA

Hay un Gato tumbado al sol,
y un Ciprés metido en el agua,
y el Pato mueve la cola detrás de la Pata.
Cipreses en el agua.
El Ciprés y la Cipresa,
raíces acuáticas que juegan, observadas,
lucen sus hojas rojas.
Cortinas rojas que se mueven,
Cámara privada,
de besos,
de caricias,
de risas,
de brisa marina acompañada.
¿Es difícil soñar?,
¿y sentir?
Hay un Gato tumbado al sol,

Cipreses en el agua.

viernes, 10 de enero de 2014

GATITA

GATITA
Pintaré una tarta rara de colores a tu alrededor
y lamerás en tu mano
al juguete que ha salido bueno
(las pilas si acaso)
y me reservarás para el final;
Dejaré un rastro de jirones,
o de restos de hojalata,
tal vez el disco rayado
alojado a mi espalda vuelva a sonar
por un instante
y, como si elevaras la vista
por encima de tus gafas
de artista de cine caídas,
moverás la cola indiferente.

Qué apacible estás!
Ajena al mundo, Nada te hace sombra;
depredadora máxima.
Por encima de los sueños,
por encima de tus sueños.
Para qué el control?
Otra víctima?
Cenit piramidal, es la vida y seguirá así.
Antes que me devores
besaré esa mirada perdida;
y espero que el golpe seco sea suficiente
para recordar sólo tus ojos.
Sólo tus ojos.

viernes, 3 de enero de 2014

MELOCOTÓN EN ALMÍBAR

MELOCOTÓN EN ALMÍBAR
A estuche de tocador en cuna de seda.
A Melocotón en almíbar.
A queso de avellanas en doble capa y a espuma fresca.
A violetas de neón.
A cerrar los ojos mirándonos y a choque de frentes que hacen el amor.
A lo que dejas en mis pulmones de tanto oler lo que he tocado.
A delicia por respuesta.
A respuesta pendiente de amor asegurado.
A niña de bragas limpias, siempre niña, que ríe.
A flores no encontradas.
A media hora de lluvia.
A Ángel que juega en la tierra.
A rincones antes prohibidos y ahora mecidos y besados.
A brisa.
A cabello recogido, jugueteado y entregado.
A tu noble mirada que descansa.
A cascadas continuadas de ocurrencias compartidas.

A la huella de Karen.