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viernes, 31 de octubre de 2014

MARY CAMPBELL SOUTH

Mary Campbell South usaba así sus apellidos porque realmente así lo sentía. Fue en la fiesta del Orgullo, cuando vestido de traje de lino claro, feliz por su descubrimiento, se dirigió a Dorothy, que paseaba entre la multitud, y le dijo:
– ¡Soy una mujer, soy una mujer!
Momentos antes, Mary Campbell South había bajado las escaleras de madera del inmueble de Barbieri, al llegar al portal metió la mano en su bolsillo derecho y sacó la Gillette ensangrentada, cuidadosamente envuelta en un pañuelo y la depositó en un buzón. Arriba, en el cuarto derecha, yacía el cuerpo degollado de Risto, con el sexo mutilado, abrazado a la hierática cabeza de Delfín que con el culo en pompa dejo caer el pene de su amante sin saber en qué dirección huir.
Mary Campbell South sintió los celos, por fin como mujer, y a partir de entonces ya podría ser él.
Cuando Dorothy lo leyó en la prensa, volvió a sonreir.

viernes, 24 de octubre de 2014

LA TETA DERECHA

Mercedes era nueva en la oficina, tenía frío porque el aire estaba puesto demasiado fuerte; su camisa estaba abotonada hasta el primer botón, lo que le producía cierta presión sobre su cuello marcándole un rubor rojo fuerte. Entre el tercer y el cuarto botón había un hueco maravilloso -me cercioré que todos los botones estaban abrochados. La teta derecha, redonda, emergía sobre un sostén pequeño, blanco, fino. Mercedes dejaba ver una piel joven, más joven de lo que aparentaba. Mercedes era pequeña, redonda, con pelo castaño, rizado, largo; labios pintados de rojo, con gafas de pasta. Cuando se levantó de su mesa, no sé para qué, miré sus hombros, su forma de caminar no demasiado femenina, su culo estaba disimulado por el pantalón de la Corporación y no llevaba tacones altos; se dirigió a mí y me dijo:
-¿Sabes que me ha dicho el jefe cuando le he dicho que hacía mucho frío? Que era bueno para curar chorizos.

sábado, 11 de octubre de 2014

¡INSOMNIO!

¡INSOMNIO! (10 de octubre de 2014; 2:54)

Es tarde, y lo sabe; no puede dormir.
Le queda menos de tres para levantarse y no puede conciliar el sueño. Se ha levantado mil veces. Ha decidido tomarse un cafetito caliente y unas galletas. Y no se duerme.
Está inquieta, nerviosa, pensativa. Y no se duerme.
Mira por la ventana, y la Luna no brilla; la tapan las nubes. Piensa que está triste. Y no se duerme.
Lee y no se duerme.
Noche larga, demasiado larga. Y dentro de un rato tiene que ir a trabajar.
¿Qué le pasa que no puede dormir? ¿Conciliará el sueño en algún momento?
Ella lo sabrá.

Mathilda Killsher

viernes, 3 de octubre de 2014

DIARIO DE UNA MARUJA

Hoy es un día duro para mi. Si pudiera escribir en el agua del fregadero podría retener lo que siento y expresar exactamente cómo me siento después de considerarlo tanto y tanto tiempo. No sé que es lo que saldrá de esto, pero la traición ya está "hecha". No se ha materializado aún pero mi infidelidad ya ha sido perpetrada porque está pensada, no consumada, pero pensada que es lo peor; mi moral está por los suelos. El que ha sido fiel compañero de mis Martinis, mi vaso combinador, el mejor tarro de boca ancha para meter los hielos, va a ser sustituido por una hielera (también de cristal - menos mal) con asitas que cuando llegue ese día en que oiga el sonido crin - crin de la cucharilla removiendo los hielos enfriadores del mejor Martini del mundo. ¿Por qué? - Muy sencillo, ya no me quedan tarros para echar el caldo de las verduras. Voy a necesitar "ese tarro", todavía no lo he hecho, pero ya he lavado la hielera, que tenía más mierda que el sobaco de un grillo; y está lista para la ceremonia. Lo más duro de todo es que es posible que cuando llegue el momento no haya utilizado todavía mi Tarro Martinero y tenga que elegir; aunque bien pensado también podría utilizar la "hielera" como hielera.