He sentido el vértigo del silencio detrás,
a mi espalda,
murmullos de silencio,
de presos muertos,
de muertos muertos,
de filas de hombres muertos
que fueron jóvenes.
He sentido el eco del recuerdo
y las ondas renovadas
de un eco de mujer.
Ficciones, mentiras y sueños.
Imágenes vacías del pasado,
de sus cuestas, de sus torres;
telas de araña refrescadas
por el aire del Mediterráneo,
azul, azul,
y ella me ha llevado
a un baño de libertad.
Ya no hay fantasmas,
o si los hay,
los he sobrevivido.
Y el Sol y el Mar bañan mi piel.
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