Febrero
MIS SECRETOS Y MIEDOS
Estoy en la soledad de mi casa y
voy aprovechar a contar un pequeño cuento, que he pensado esta mañana durante
la jornada más tediosa que he tenido.
Erase una vez una princesa que
vivía en su mundo maravilloso, tenía un palacio bonito, rodeado de mucha gente
que la quería. Ella era feliz, le gustaba su mundo (su palacio, sus infantes,
su perro guardián, su hada madrina y demás gente que está a su alrededor).
Pero en el fondo hay veces que la
princesita se siente prisionera en su propia casa, aunque hace lo que quiere en
el fondo se siente prisionera. ¿Por qué? Hay veces que se siente triste y sola,
esa sensación lleva años notándola, lo único que, como es muy fuerte y una
cachonda, siempre está de buen humor y nunca pasa nada, pero si pasa.
Cuando la princesa está harta de
muchas cosas y empieza, no a quejarse, no, sino a expresar en realidad lo que
ella siente, lo que la gustaría hacer, nadie la hace caso, me dicen que estoy
un poco loca, que no tengo edad para esto o lo otro y entonces me encierro en
mi caparazón y en mi soledad me pongo a llorar y pensar que se puede hacer
muchas que aun no he tenido tiempo o ganas de realizar.
Entonces la princesa se ha
inventado un espacio propio en el cual está disfrutando de lo lindo.
Continuará
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