LA PARADA BIOLÓGICA
-¡Menudo
frenazo he metido! Todas las almohadas de la parte trasera se me han venido
encima y encima atasco, atasco, atasco. Atasco y vuelta a empezar, Karen me
confunde la voz con la de un desconocido, no consigo dar un paso, no valgo ni
para currar; no hay nada fuera, nada me vale, no hay enfoque ni ganas. Bueno,
ganas si pero sin ganas. Estoy vencido. Joaquín hablaba de la parada biológica.
¡Pero si un simple paseo me agota! ¿Que soy un nerviosillo? ¿Dónde coño está el
mar?
Se ha jodido
el reloj. La maquinaria ha olvidado qué ruedas eran las que se movían primero y
lo peor es que en algún momento, se mueve para luego pararse. ¡Me cago en mi
puta madre! ¡Me estoy muriendo! ¿Dónde estás? ¡Sácame de aquí! ¡Quiero vivir!
- Ahora te
jodes, cabrón. Qué lejos está todo ahora, ¿verdad?
- Por mis
santos huevos que salgo de ésta, y me devolveréis el tiempo perdido.
Y danzaré.
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